• Líneas de Acción de DAE


    1. ACOMPAÑAMIENTO A LAS TRAYECTORIAS ESCOLARES DESDE UNA PERSPECTIVA DE SALUD MENTAL  EN EDUCACIÓN.

    Objetivo: Promover  abordajes y dispositivos terapéuticos interdisciplinarios que acompañen las  trayectorias escolares continuas y relevantes.

     

    El objetivo de los dispositivos es promover espacios de encuentro para operar en la transformación de las situaciones generadoras de malestar, fomentando y fortaleciendo vínculos y hábitos saludables en el ámbito escolar. La creatividad, la escucha, la disponibilidad y la reflexión sobre el hacer son herramientas fundamentales en el armado y desarrollo de dispositivos de intervención (Rodríguez, 2015).

    Se deben contemplar los abordajes terapéuticos institucionales, comunitarios, grupales como estrategias posibles pero no como las únicas disponibles, ampliando el campo de posibilidades con estrategias que impliquen también lo individual, lo familiar. 

    Los dispositivos que se detallan a continuación quedan sujetos a criterios profesionales y a la complejidad de las situaciones.  

    Entrevista: La entrevista se define como “una relación de índole particular que se establece entre dos o más personas. Lo específico o particular de esta relación reside en que uno de los integrantes de la misma es un técnico [...] que debe actuar en ese rol, y el otro –o los otros- necesitan de su intervención técnica”. Ante la complejidad de algunas situaciones, es necesario mantener entrevistas interdisciplinarias que permitan a los profesionales complementar sus miradas y realizar un abordaje integral. Puede ser incluida dentro de otras intervenciones, en situaciones muy variadas, y con distintos objetivos. Entre estos, pueden mencionarse: construir un espacio de escucha atenta, intercambiar información y construir un diagnóstico conjunto.

    Entrevista en domicilio: su implementación queda a criterio del profesional, puede tener distintos objetivos, tanto preventivo-promocionales como asistenciales.

    Recepción, redefinición y co-construcción de la demanda: Implica poner en práctica una escucha amplia para comprender la demanda y generar estrategias de intervención. La recepción,  su redefinición y co-construcción de la demanda implica generar dispositivos de acceso con distintas modalidades que alojen a NNyA. Estos dispositivos deben ser diseñados según las necesidades y características de la comunidad y pueden ser tanto grupales como individuales.

    Taller: es un espacio de encuentro planificado que tiene como objetivo abordar distintas temáticas de forma grupal y participativa, llevando a cabo una construcción colectiva de conocimiento que ponga en juego dimensiones teórico-prácticas.

    Espacio de juegos, lectura y otros recursos simbólicos: Son espacios promotores de salud y de derechos dirigidos a NNyA  que tienen como objetivo la socialización e interacción, mediante distintos recursos simbólicos como actividad central y convocante. Permite estimular la capacidad de expresión y el desarrollo de habilidades de NNyA. También facilita la detección de situaciones problemáticas que necesiten intervención. En cuanto a la metodología debe tener objetivos, frecuencia y espacios establecidos, con roles de coordinación pautados y población específica destinataria y deben proponerse distintos tipos de actividades y juegos con una dinámica previamente planificada.

    Abordajes psicoterapéuticos: El objetivo es intervenir en situaciones conflictivas o problemáticas que generan sufrimiento o malestar en NNyA. Los profesionales a cargo de la misma pueden trabajar desde diversos marcos teóricos acordes a la realidad,  desde un proyecto terapéutico singular, construido con el resto del equipo  y con instancias de seguimiento periódico. Los profesionales  pueden realizar interconsultas y/o derivaciones a otros trabajadores de la salud cuando lo consideren.

    Abordajes terapéuticos grupales: Es un espacio de trabajo que tiene una finalidad explícitamente psicoterapéutica. Es coordinada por profesionales de psicología u otros profesionales de la salud mental acreditados. Están integrados por personas que transitaron por un proceso de evaluación y se ha considerado que la inclusión en este dispositivo es una estrategia adecuada dentro del proyecto terapéutico. Este dispositivo permite que las personas puedan trabajar sus conflictos y compartir sus experiencias en el intercambio grupal. Requiere de un encuadre de trabajo conocido por todos los participantes. Los grupos terapéuticos tienen un sentido en sí mismo como instancias terapéuticas y no deben implementarse como espacios para responder rápidamente a la demanda. Son espacios donde se da la producción de efectos singulares e inéditos, que incluyen procesos e intercambios grupales que potencian los procesos de salud.

    Otros 

     

    2. INTERVENCIÓN  INSTITUCIONAL

    Objetivo: Gestionar abordajes interdisciplinarios e intersectoriales, teniendo en cuenta las condiciones y los procesos que definen las distintas trayectorias educativas

    ¿Qué hace institucional a una intervención en el trabajo de los equipos interdisciplinarios de DAE?

    La intervención institucional se define por su potencial de transformación en los sentidos y modos de la organización escolar (espacios, tiempos, posiciones, tareas y trabajos, modos de circulación de la palabra y de asunción de responsabilidades en la escuela). Los enfoques asumidos proponen concebirla como articulación de acciones y procesos sostenidos en el tiempo, con la intención de modificar los contextos escolares, las relaciones que allí se establecen y los sentidos que los sujetos adjudican a su tarea en la escuela.

    La dimensión institucional no es sinónimo de lo colectivo, ni se define por el número de personas implicadas o la posición que ocupan en la escuela; no queda atrapada en el ámbito de trabajo – los establecimientos escolares- sino que refiere a un encuadre de trabajo. Por otro lado, la dimensión institucional no se opone a la atención de lo individual sino más bien lo sitúa, lo reconfigura, lo configura en la trama.

    Promueve miradas interdisciplinarias y la asunción de la propia responsabilidad junto con otros y otras, en tanto adultos, docentes, directivos,  supervisores, equipo de DAE. En este sentido, ya sea en la cotidianidad de la escuela o ante la emergencia de conflictos particulares, se requiere de  modos de intervención  que apunten a propósitos principalmente educativos y no punitivos, jurídicos o patologizantes.

    Para ello, la intervención institucional, desde la perspectiva de la complejidad,  requiere del análisis  en todas sus dimensiones: social, pedagógica, grupal y relacional.

    Esto significa:

    +Promover lecturas nuevas, integrales, colectivas, superando respuestas lineales.

    +Enunciar las dificultades como parte de nuevos problemas para ser pensados y resueltos.

    +Evaluar la situación institucional, los recursos existentes, las posibilidades, las redes locales, los sistemas estatales presentes, etcétera.

    +Fortalecer la implementación de Acuerdos Escolares de Convivencia, construidos en relación con el Proyecto Educativo Institucional (PEI) de la escuela.

     +Construir estrategias desde la intervención institucional propia de la escuela. Esto significa priorizar la intervención pedagógica en un sentido amplio, enmarcada en estrategias de inclusión y enunciadas desde el discurso pedagógico, sin centrarnos en intervenciones jurídicas, del ámbito de la salud, o de otros ámbitos. En caso de estar frente a la presunción de la comisión de un delito será la justicia la encargada de afirmarlo.

    • Construir espacios para la participación responsable del estudiantado en conjunto con toda la comunidad educativa, de modo que puedan ejercitarse asumiendo responsabilidades y en la búsqueda de respuestas colectivas a los problemas.

    En todos los casos, una intervención institucional se plantea desde un encuadre de trabajo con criterios definidos, propósitos y recortes de situaciones sobre los que promover un conjunto de acciones que se construyen colectivamente entre quienes participan de la escena educativa

     

    La intervención institucional no se circunscribe a los sujetos en sí, sino que puede delinearse ya sea como estrategia ante problemáticas puntuales (por ejemplo, situaciones de violencia, de conflicto, relaciones entre sujetos con problemáticas específicas) o como abordaje de temáticas de interés para la comunidad en el marco de proyectos educativos, por ejemplo, en convivencia escolar, prácticas de cuidado, promoción de condiciones favorables para los aprendizajes y la convivencia, acompañamiento de trayectorias educativas a partir de un trabajo colectivo, hecho de corresponsabilidades.

    Cabe destacar la importancia del concepto de “corresponsabilidad” en la intervención educativa, al decir de Carballeda (2007) esto significa: “entender a la intervención como forma de generar decisiones responsables, donde quienes intervienen se hacen cargo de las consecuencias y de las respuestas dentro de un marco de razones convincentes, donde nuevamente aparece la necesidad de diálogo con la teoría y los marcos conceptuales que esta aporta”. La corresponsabilidad genera la construcción de estrategias colectivas, de miradas interdisciplinarias y de la asunción de la propia responsabilidad, en tanto adulto, docente, directivo, integrante de equipo técnico, autoridades del sistema, u otros decisores de política educativa.

    Por otro lado, se demanda como condición el armado de redes interinstitucionales, lo cual implica, una red que asuma la corresponsabilidad de la educación de  niños, niñas y adolescente.

    La perspectiva institucional de intervención de los equipos interdisciplinarios desarticula la fragmentación disciplinar y busca reconfigurar los lugares profesionales, habilita nuevas miradas y nuevas prácticas evitando la cristalización, promueve una dinámica de trabajo situacional y permite pensar en la construcción con otros de la propia intervención.

     

    3.  PREVENCIÓN

    Objetivo: Incluir a la prevención como fundamento de las intervenciones de los equipos, entendidas como reconstrucción del lazo social, cuidado del cuerpo  y restitución de derechos.

     

    Lo preventivo es pensado como el conjunto de acciones y estrategias que parten, en primer lugar, de reflexionar, analizar y pensar las condiciones que producen una determinada realidad, situación o problema. Prevenir es intervenir, es hacer venir algo que no estaba, es abrir espacios, interrogantes, posibilidades, variaciones.

    La prevención es un quehacer humano, comprometido con la vida y el cuidado de la población que exige compromiso e involucramiento de todos los actores de la comunidad educativa, para transformar lo dado. Por eso es necesario impulsar desde nuestro lugar como profesionales de DOAITE la participación, promover la equidad y profundizar derechos. En este sentido, la inclusión es el objetivo al que apuntan todas las acciones preventivas, y a su vez es el recurso y la herramienta fundamental.

    Partiendo del reconocimiento de NNyA como sujetos de derechos y al ámbito educativo como lugar privilegiado para la prevención, es que es necesario sostener una forma de trabajo que promueva el acompañamiento por medio de miradas adultas de reconocimiento y encuentro. La construcción de vínculos de afecto y confianza generan pertenencia y solidaridad. Se trata de poder construir y fortalecer, desde nuestra intervención propuestas preventivas que sostengan tramas de cuidado: modos de estar en la escuela y de hacer escuela donde primen relaciones de reciprocidad, vínculos significativos, donde se ejerza la escucha, la participación y la posibilidad de expresión. |

    La tarea cotidiana que se despliega en las escuelas se inscribe en una determinada cultura institucional, que tiene que ver con los rasgos de identidad y con los modos particulares de hacer que le son propios a una escuela, que dan cuenta de qué manera se la habita, se la vive y se la transita, siendo un entramado que resulta de las formas de organización, de las metodologías empleadas y del carácter que tienen los vínculos. En torno a la cultura institucional estamos invitados a reflexionar sobre las distintas dimensiones que hacen o pueden hacer de esa cultura de cuidado, que es la base de cualquier estrategia preventiva que se proponga desde la escuela. A partir de su análisis, la comunidad educativa podrá ir visualizando y reflexionando sobre qué dimensiones están en clave preventiva y cuáles se pondrán fortalecer. Cada comunidad tiene sus propias representaciones, saberes y cultura acerca de lo que sucede, de las problemáticas que van emergiendo y también de los modos sobre cómo abordarlas.

    Por lo dicho es importante contribuir a las comunidades aportando herramientas e instrumentos para tramar redes y ampliar los espacios de relaciones en pos de la reconstrucción del tejido social, partiendo de un enfoque y prácticas que valoricen los derechos humanos como eje de prevención, sabiendo que es un acompañamiento en donde lo fundamental es el respeto de los saberes y particularidades de cada territorio, haciendo hincapié en la interdisciplinariedad, la intersectorialidad y apelando al consenso de la comunidad educativa en su conjunto.

    Pensamos que llevar adelante estrategias de prevención en la comunidad educativa,  por medio de proyectos, puede propiciar un estilo de vinculación con los conflictos, el conocimiento y las posibles soluciones de estas problemáticas profundamente significativas.

     

    PROYECTOS INTEGRALES  PREVENTIVOS

    Un proyecto es un conjunto de actividades que se articulan siguiendo un orden determinado para alcanzar un objetivo en un plazo de tiempo establecido, pudiendo aportar soluciones posibles a problemáticas específicas de la comunidad.

    El aprendizaje por medio de proyectos integrales implica un análisis de la realidad, un reconocimiento de las problemáticas que aquejan a la comunidad y una toma de decisión acerca de las acciones a seguir para transformar las circunstancias y alcanzar los objetivos deseados. Una vez emprendido el recorrido se podrán seleccionar las acciones para alcanzar las metas propuestas, administrar los recursos necesarios para la concreción del proyecto y distribuir las tareas.

    Es crucial que los temas que se elijan para desarrollar se ajusten a las necesidades de la comunidad educativa y resulten de su interés próximo y a la vez del interés que puedan identificar en la comunidad local a la que pertenecen.

     

    El proyecto integral es el instrumento que proponemos desde una concepción holística y específica del hecho educativo, para concretar las aspiraciones sentidas por la comunidad y generar alternativas de prevención.

    El proyecto integral aporta espacios para plantear y realizar acciones  con un sentido preventivo, plasmadas en la realización de diagnóstico, y  de actividades  planificadas, monitoreadas y evaluadas por todos los actores participantes.

     

     ¿Cómo trabajar por proyectos integrales?

    El modo para trabajar por proyectos integrales ya es en sí mismo un contenido-factor protector, tomando en consideración el trabajo en grupos, la cooperación, la búsqueda de información adecuada, la motorización a través de preguntas, la reflexión crítica sobre lo encontrado y sobre la propia producción. Los proyectos permiten trabajar en distintos niveles de alcance temporal, fácilmente ajustables a las necesidades de un grupo y de una escuela. El protagonismo de todos los actores de la comunidad educativa es condición básica, permite el trabajo conjunto y favorece la construcción colectiva de los aprendizajes, y posibilitan la generación de tramas de cuidado entre los participantes.

    Cada proyecto comenzará con un diagnóstico estratégico que se promoverá a partir de técnicas diagnósticas participativas o de una pregunta generadora, co-construida con los distintos sujetos de la comunidad educativa, para definir el problema. Una pregunta problematizadora es aquella que impulsa la búsqueda y la creación de un nuevo saber.

    Las preguntas problematizadoras se caracterizan por:

    ●         Generar más preguntas.

    ●         Integrar diversas áreas y disciplinas.

    ●         Ser adecuadas al desarrollo cognitivo de los alumnos y alumnas.

    ●         Estar ligadas a los intereses de los actores.

    ●         Introducir la incertidumbre y el “no saber”.

    ●         No tener una única respuesta.

    Podría decirse que son “motores” que impulsan la búsqueda y la creación de un nuevo saber en la comunidad educativa. Y ese saber tiene que ver con los problemas que ellos sienten y quieren abordar, con desnaturalizar situaciones problemáticas para la comunidad educativa

    La propuesta no supone ningún proyecto acabado o que hay que seguir de modo rígido. Por el contrario, está pensada para que se puedan utilizar como inspiración en la medida en que se apoyen en las necesidades locales.

    ¿CÓMO EMPEZAMOS?

     1. Acuerdos en la comunidad educativa para llevar adelante un proyecto integral preventivo.

    Más allá de lo que hace estrictamente a la prescripción curricular, entendemos que es necesario que la comunidad educativa realice los acuerdos y revea sus propias creencias y representaciones sociales sobre la problemática para poder concretar un proyecto integral.

    2. Elaboración del diagnóstico participativo, estratégico y comunitario

    En esta etapa, se busca explorar de manera concreta la situación de la comunidad educativa y su contexto. Cabe recordar que desde este momento participa toda la comunidad educativa.

    Teniendo en cuenta este marco  más amplio emprenderemos un diagnóstico estratégico comunitario y participativo.

    Es importante, evidenciar la preocupación de la comunidad frente a ciertas situaciones y qué significados existían en dicha preocupación. Desde allí comprender por qué se ha hecho lo que se ha hecho, porque ha sido útil o porque no ha sido útil, que sería la utilidad para cada actor social involucrado. Qué elementos de los que ya se vienen haciendo pueden fortalecerse y pueden ayudar a potenciar la experiencia que se inicia de zona de orientación. Con qué actores sociales se puede iniciar el proceso y poco a poco, y con la cooperación de ese En este sentido, las habilidades para efectuar un diagnóstico participativo de la realidad implican:

    1)        Formulación adecuada del Problema

    2)        Identificación de causas que lo originan

    3)        Explicitación de las consecuencias

    4)         Elección de alternativas de solución

    5)        Anticipación de consecuencias de la implementación de la solución sobre otros actores sociales grupo de actores, involucrar a otros actores que es necesario acercar.

     

    Es necesario tener en cuenta que todo el proceso que se ha descripto, en cuanto a diagnóstico participativo, tiene sentido dentro de una lógica de planificación estratégica, la cual tiende al desarrollo integral de la calidad de vida de una población, a partir de la construcción democrática y ciudadana.

      Si esto no fuera así, correríamos el riesgo de perpetuarnos en la relatoría de la situación o del problema en su realidad compleja y cambiante, sin la posibilidad de modificación alguna

     

    3. Planificación estratégica

     La Planificación estratégica es un proceso sistemático de desarrollo e implementación de planes para alcanzar propósitos u objetivos.

    Dentro del proceso de planificación estratégica, el diagnóstico participativo se constituye en diagnóstico estratégico y  permite conocer la realidad de forma sistemática (analizar la situación inicial, comprender los escenarios, los límites y las relaciones políticas, ideológicas y económicas, etc.). Pero, fundamentalmente, permite pensar en líneas de acción que nos vayan abriendo un camino para revertir las realidades negativas y fortalecer las realidades positivas.

    Las líneas de acción pensadas en conjunto nos llevan a delinear una idea de proyecto que permite transformar las situaciones de la comunidad o de la organización desde varios aspectos simultáneamente.

    Los aspectos fundamentales a tener en cuenta para llevar a cabo las acciones planificadas son:

    Etapa 1: Objetivo del proyecto  (generales y específicos)

    Etapa 2: Metodología - actividades del proyecto

    Las actividades se definen en relación a los objetivos, pero deben ser concretas y realizables. Serán necesarias varias actividades para alcanzar cada uno de los resultados esperados.

    Es importante ser precisos acerca de la organización y factibilidad de las actividades para poder dar cuenta de la viabilidad de la propuesta.

    Etapa 3: Actores sociales

    Definir qué actores de la comunidad educativa llevarán adelante el proyecto, cuáles son sus roles y funciones.

    Etapa 4: Recursos materiales

    Pensar con qué recursos contamos: herramientas web y audiovisuales, realización de afiches, intercambio entre jóvenes, materiales artísticos, murales, radio abierta, investigaciones de los y las jóvenes, difusión en otros cursos, encuentros deportivos, etc.

    Etapa 5: Articulación con otros actores territoriales

    Pensar en los espacios con los que la escuela viene trabajando, que puedan contener y sostener a los niños, niñas y adolescentes. Por ejemplo centros de salud, clubes deportivos, centros culturales, las familias, la comunidad, ONG’s.

    Etapa 6: Evaluación,

    Consideramos a la misma como a un proceso cíclico y continuo que delinea, obtiene y proporciona información útil para la toma de decisiones.

    Para la evaluación utilizamos notas de campo, registros anecdóticos, cuestionarios, observación participante, entrevistas, mapas o georeferenciamiento.