La obesidad durante la primer infancia está favorecida por un ambiente obesogénico: alimentación hipercalórica y con escasez de nutrientes, inadecuada hidratación, sedentarismo y ambientes que propician el estrés.

Si bien la obesidad está presente en países de diferente nivel de ingresos, en los países y poblaciones más pobres el crecimiento es mayor y más acelerado. Por tal, es fundamental actuar en grupos sociales vulnerables a favor de estilos de vida saludables.